Erase una vez un Papá Noel muy raro. Todo el mundo lo llamaba Pepo Noel. Sus padres, que estaban bastante locos, lo llamaron Pepo al nacer.
Pepo Noel vive en el polo norte, en una casita de hielo con su amigo el reno Dondín Naricín. Juntos vivían muy felices durante todo el año.
La noche de nochebuena le tocaba repartir regalos. Todos los niños y niñas esperaban durmiendo a que fuera de día para jugar con los juguetes que les había traído Pepo y Dondín.
Mientras que repartían regalos en una casa, el perro de esa familia, ladró muy fuerte y los despertó a todos. Cuando bajaron al salón vieron a Pepo Noel y a Dondín Naricín cargados de regalos buscando en sus grandes sacos los regalos que la familia había pedido. La familia se llevó un gran susto al verlos, pero terminaron invitándolos a galletas con leche. Dondín se las comió todas en un plis plas. Pepo Noel relató la historia de su nombre y antes de que se hiciera más tarde, salieron por la ventana rumbo a la siguiente casa en la que repartir más regalos.
Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.